¿Yoga o Pilates? Esa es la pregunta

En una sola frase, Yoga es más de estirar y Pilates es más de fortalecer. ¿Fortalecer cómo? De forma controlada y no lesiva (fuerza a través de estabilidad). Dicho esto, hay muchos estiramientos en Pilates pero suelen ir acompañados por una activación del músculo complementario.

Ambas prácticas se basan en el control de la respiración (aunque de manera diferente en cada una de ellas: diafragmática en el caso del Yoga, e intercostal en el del Pilates) y las dos dan una gran importancia a la corrección postural y a la elongación de los músculos.

Pilates no implica posturas o poses como lo hace Yoga. Se hace hincapié en continuo movimiento, y es eso lo que desarrolla la fuerza y ​​flexibilidad al mismo tiempo.

Si eres una persona hiperlaxa te puede ir mejor Pilates porque te falta ese control muscular. En cambio, si eso ya lo tienes y necesitas crear mucha flexibilidad, a lo mejor Yoga te dé una sensación guay de relajamiento muscular. Sin embargo, no te equivoques. Si eres poco flexible en algún sitio de tu cuerpo, eso irá acompañado por una hiperlaxitud en otro. Así que la cosa no es tan sencilla.

Pilates y (Tri)atletas

Joseph Pilates, fundador del sistema, era un tío muy atlético y exigente. Aquí va un extracto de su libro “Regreso a la vida a través de la Contrología”, en el cual nos dice:

“A través de Contrología [nombre original de la práctica de Pilates] primero adquieres un completo control de tu cuerpo y, con la repetición adecuada de los ejercicios, gradual y progresivamente, consigues esa coordinación y ritmo natural asociado a todas las actividades inconscientes. Este ritmo y control se observa en todos los animales. Uno de los mayores resultados es el dominio de tu mente a través del completo control de tu cuerpo.”

Otro refrán famoso suyo es:

“En diez sesiones sentirás la diferencia, en veinte sesiones verás la diferencia, y en treinta sesiones te habrá cambiado el cuerpo”.

Y es muy cierto. Como atletas en búsqueda constante de nuestra adrenalina no estamos quizás acostumbrados al nivel de feedback sutil y más bien lento al principio de Pilates. Pero si nos confiamos en ello, y nos lanzamos a la práctica con cierto compromiso, con relativamente poco tiempo veremos y sentiremos que nos ha valido la pena ser pacientes en nuestra práctica.  

En un artículo titulado "Demasiado demasiado flojo," el entrenador funcional entrenador Vern Gambetta advierte que el "culto a la flexibilidad" anima a los atletas a estirarse más allá de un rango funcional de movimiento. Al estirar demasiado los músculos que rodean las articulaciones, explica Gambetta, que pone en peligro la estabilidad y la integridad de las articulaciones, por lo mismo más susceptible a las lesiones.

Como atletas en búsqueda constante de nuestra adrenalina no estamos quizás acostumbrados al nivel de feedback sutil y más bien lento al principio de Pilates. Pero si nos confiamos en ello, y nos lanzamos a la práctica con cierto compromiso veremos que nos ha valido la pena ser pacientes

Las posturas de Yoga como Full Lotus fuerzan la rotación externa de la cadera, y pueden dañar los ligamentos y cartílago alrededor de las rodillas, advierte instructor Lee Crews, en un artículo en la web de la Asociación Internacional de ejercicios de danza. Crews también advierte que las posturas como perro boca abajo, que implican el apoyo a su peso con su parte superior del cuerpo, pueden estirar demasiado las articulaciones del hombro y dañar las bursas (sacos llenos de líquido que están situadas entre o un hueso y un tendón o el músculo). El hecho de estirar estos grupos musculares los debilita, haciendo que sea menos eficiente a apoyar su peso durante las actividades de impacto.

La similitud entre los dos métodos inspira a algunos instructores a malinterpretar el método Pilates o a crear clases híbridas que acaban confundiendo las dos cosas. Piensa que hay mucha técnica a Pilates y hay que tenerlo claro en la cabeza en cada ejercicio.

Total, como herramienta deportiva y cotidiana en uno (es decir para ayudarnos con una lesión además del estrés, por ejemplo) un poco de las dos cosas (Yoga y Pilates) no nos iría mal, con más o menos tiempo dedicado a la una o la otra según la persona. Joseph Pilates estudió Yoga y hasta se incorporan algunos de sus principios en su técnica.

Alice Tozer